Los cambios nos afectan a todos. A tu perro también.

Como muestra un ejemplo:

Este fin de semana pasado hemos tenido una crecida del río en Valladolid. Bueno, y varios desastres humanos más por otras zonas, con tanto temporal.

Os voy a mostrar en el video que acompaña este artículo, más abajo, unas imágenes de Oreo, mi perro, un chico muy equilibrado, al que la crecida del río en el año 2016 le resultó la mar de extraña.

Oreo sabe que en la orilla del río hay patos y le encantan. Pero aquel día el río había subido hasta casi la parte de arriba de las escaleras que bajan a la orilla, y Oreo se percató de que, repentinamente, la orilla, SU orilla, había desaparecido.

El perro no daba crédito y miraba, buscaba, iba de un lado al otro, olfateaba. Luego se iba por el paseo a buscar la siguiente bajada a la orilla, y en cada sitio alucinaba, porque no podía bajar, la orilla había desaparecido y aquello no era normal.

Él  en concreto tenía el hábito de ir por la orilla buscando patos. También es cierto que nunca ha conseguido trincar ninguno, es demasiado ruidoso, pero eso le activaba. Y aquel gran cambio le trastornó un poquito.

Esta mañana, empiezo a escribir este artículo en domingo 22 de diciembre, el río ha subido más aún, y yo quería comprobar si, casi 4 años después, con el bajón físico que ha dado mi “viejín”, este cambio le iba a afectar igual que entonces o no.

Yo casi iba con la seguridad de que no le iba a afectar de la misma manera. En 4 años Oreo ha cambiado mucho, ya no oye ni ve como antes, y los patos, o los tiene cerca o casi no se entera de que están. Y aquí hago un inciso posterior. El domingo Oreo decidió que no le apetecía ir por donde yo quería. Pero el lunes siguiente sí nos acercamos al paseo que todavía estaba anegado por el agua, y justo pasaban unos patitos nadando por allí. Se lanzó literalmente a lo que parecía un charco enorme en el paseo por donde pasamos todos los días. Pero el “charco” era más profundo de lo que él pensaba. Inmediatamente dio la vuelta y me miró con cara de extrañeza (Ah pero ¿Se puede identificar esa “cara” en un perro? -Pues más o menos. Lo de “cara de extrañeza” es una expresión muy humana. Pero las emociones, en los perros, se pueden identificar en la expresión de todo su cuerpo)

El caso es que, efectivamente, el cambio de la subida de este año le afectó de manera diferente. También ocurre que el cambio era distinto. No siguió buscando. Como se mojó, y Oreo odia el agua, nos dimos la vuelta y nos alejamos de allí. Él no quería saber más.

Esto nos enseña dos cosas:

  1. Que cualquier cambio en el entorno en el que vive tu perro le puede afectar
  2. Que si le afecta, lo puede hacer con diferente intensidad, según varios factores:
    • La personalidad de tu perro
    • La adaptabilidad o capacidad de habituación de tu perro
    • La edad
    • Otros factores como un estrés acumulado u otro tipo de problemas.

¿Qué cambios le afectan?

Y ¿qué cambios pueden producirse normalmente en el entorno del perro? Pues por ejemplo:

Mudanzas

Muy chungas, muy estresantes. Los cambios de casa nos afectan primero a nosotros, que tenemos que prepararlo todo, empaquetarlo y volverlo a desempaquetar y colocar en otro lado. Una mudanza puede ser muy dura para nosotros, así que ¿cómo no va a serlo para tu perro? Tú sabes que te vas de eso que ha sido tu hogar, tu zona de confort, por qué te vas de ahí y a dónde vas. Pero tu perro no. De repente el orden de las cosas cambia. De hecho, las cosas desaparecen y aparecen un montón de cosas cuadradas de cartón, que molaría morder, destrozar y…mear, sobre todo porque “no sé qué pasa, me estoy poniendo nervioso, y cuando me pongo nervioso me meo más”. Luego, ya no te quiero decir cuando vienen unos señores y se lo llevan todo, dejan el espacio completamente vacío y me quedo hasta sin cama. QUÉ HORROR, sobre todo para algunos perros, porque otros parece, y digo PARECE, que lo llevan bastante bien (porque es después cuando empiezan a aparecer conductas que a nosotros nos hacen ver claramente que el perro no lo estaba llevando tan bien como parecía)

Después, para colmo, llegamos a un sitio que, muchas veces ocurre que el perro no ha visto en su vida. Y allí, otra vez, follón de cajas, movimiento interminable de personas y cosas…imposible descansar. Y además, qué pasa que no nos vamos a casa. Y encima nos quedamos aquí, que no huele a mi hogar. Las cosas no están como antes, mi cama no está en su sitio, el agua tampoco. Las referencias cambian. En un solo día TODO HA CAMBIADO.

Cambios de horarios

Que las rutinas cambien de repente también puede afectarnos a nosotros mucho. Pero si además el perro pasa a estar muchas más horas solo en casa, puede ser brutal, más aún si se trata de cachorros o perros adoptados recientemente.

Cambios en nuestro propio comportamiento

Si estamos más estresados por la razón que sea.

Cambios en la composición familiar

Podrían dar por:

    • Añadir algún miembro a la familia
    • Falta de algún miembro de la familia (humano o no)

Saraos

Familiares, de amigos, incluso obras en casa.

¿Se pueden evitar estos problemas?

Lo más importante para evitar problemas es la prevención:

Si sé que van a producirse cambios, puedo hacer una habituación con el tiempo suficiente.

El problema viene cuando los cambios se producen de manera repentina para nosotros. En muy poco espacio de tiempo:

  1. Nos afectan a nosotros
  2. El perro lo percibe
  3. El cambio en concreto se produce y termina por afectar doblemente a tu perro.

¿Qué consecuencias tienen estos cambios?

La consecuencia principal es el estrés que estos cambios producen, inseguridad, en muchos casos deriva en ansiedad, por ejemplo en el caso de los cambios de casa y de horarios pueden derivar en la famosa ansiedad por separación.

Este estado de ánimo de tu perrete hace que haga cosas que a ti no te molan nada de nada, como hacer pis en casa o empezar a morder y/o destrozar cosas, o estar más irritable, o perseguirte constantemente por la casa, o ladrar un montón, o muchas conductas más.

Ocurre también que en lo primero que pensamos, cuando todo eso ocurre, es en reñirle, añadiéndole más estrés a la cazuela. Imagínate que tienes 3 años, un miedo atroz a apagar la luz por la noche y quedarte a solas en la habitación, lloras y viene tu padre o tu madre y te monta un pollo impresionante. ¿Cómo te quedas?

¿Qué hacer con mi perro cuando se producen estos cambios tan bruscos?

Lo primero que tenemos que hacer cuando va a haber algún cambio, o se ha producido ya y nuestro perro ya apunta problemillas, es pararnos a reflexionar y ponernos en sus zap….almohadillas. Piensa en perro.

Lo segundo es buscar soluciones que minimicen el problema. Hay gente muy imaginativa, pero si de verdad te preocupa este aspecto de tu perro, ponte en contacto con profesionales de la conducta. A parte de los consejos que te podamos dar aquí, tenemos protocolos que te ayudan a evitar males mayores.

Por ejemplo, cuando tenemos una mudanza en marcha, lo ideal es habituar a tu perro al nuevo sitio antes de ir a vivir. ¿Para qué? Para que ese sitio nuevo le guste y quiera estar ahí.

Si nos cambian los horarios de repente, podemos ver qué tiempo tenemos para habituar a nuestro perro a estar tanto tiempo solo y planificar una habituación también. Si tenemos un fin de semana de por medio, hay que aprovecharlo. Aunque siempre es interesante que este trabajo ya esté hecho y que a tu perro no le cueste tanto ese cambio. Y aquí hago una mención especial a los cachorros y perros recién llegados a casa. Estos chicos necesitan una atención especial.

Si mi conducta o la de algún miembro de la familia ha cambiado por alguna razón, ahí la cosa está clara:

La intervención comienza por uno mismo

Puede que yo misma necesite habituarme a una situación o circunstancia o puede que necesite ayuda profesional para poder gestionar algo que me está afectando… ”malamente”.  Por cierto, los cambios en la adolescencia de nuestros hijos también afectan, y mucho, a los perros.

Si hay cambios en la composición familiar, pueden tener dos causas diferentes:

  1. Por añadidura. Que aumente nuestra familia (humana o no humana). Para este caso también tenemos protocolos que pueden ayudar a que la introducción de un nuevo miembro en la familia sea exitosa.
  2. Por ausencia de alguien de la familia (humano o no), sobre todo si tu perro ha tenido especial relación con ellos. En este caso, tu perro necesitará tiempo y buen hacer por tu parte para poder adaptarse a esa nueva situación.

Aquí también quiero hacer mención especial a los perros que acaban de perder a su persona favorita o de referencia. Muchos de ellos se quedan solos y sin nadie que quiera o pueda hacerse cargo de su cuidado. ¿Te imaginas estar en la misma situación? Te invito a que leas el artículo sobre Qué pasa con un perro cuando desaparece su tutor (I) 

Cuando va a haber un sarao familiar, como por ejemplo ahora, en Navidad, tenemos que tener en cuenta si nuestro perro es capaz de sobrellevar a mucha gente en casa, con el ruido, ir y venir de gente y comidas, y nerviosismo que suele haber en estos casos.

La primera vez puede que no sepas hasta dónde llega la tolerancia de tu perro a estas situaciones.

Lo ideal es poder ir introduciendo gente nueva poco a poco y de manera controlada, aunque no siempre es posible por falta de tiempo o imprevistos.

En realidad, lo mejor para tu perro en estas circunstancias es habilitarle algún espacio en casa donde puedan relajarse.

Si ves que esto es imposible, puedes contar con profesionales que te puedan cuidar durante unas horas o días a tu perro. Ojo, esto no es un “te dejo ahí y ya está. También conlleva una adaptación (más protocolos a tu disposición).

Y si vas a tener obras en casa, también ten en cuenta el ruido, vibraciones, polvo, productos químicos (ojo con las vías respiratorias, estos chicos son más sensibles que tú y, además, también hay perros alérgicos), ajetreo de gente y material. Puedes hacer lo mismo, habilitar un sitio seguro o buscar directamente a alguien de confianza que lo cuide unos días.

Estos son los cambios más habituales que pueden afectar en mayor o menor medida a tu perro. Recuerda que tú casi siempre sabes por qué y para qué se producen esos cambios, pero tu perro no lo sabe, y eso, amiga mía, es INCERTIDUMBRE pura y dura para tu perro, INSEGURIDAD y mucho, pero mucho ESTRÉS.

La buena noticia es que tenemos protocolos para que a tu perro no le resulte tan difícil adaptarse a todos estos cambios. Recuerda también que

Lo poco que hagas antes os va a evitar, a ti y a tu perro, los problemas de después

Así que, si te vas a ver en una de estas situaciones más pronto que tarde, llámanos. Te puedes ahorrar muchos quebraderos de cabeza. Bueno, y a tu perro por descontado.

Deja un comentario