LA VEJEZ EN TU PERRO
Y qué, aún puede divertirse
En el post anterior te hablaba de los cambios que puede sufrir tu perro en su etapa senil. Pero esos cambios no tienen por qué ser el final en sí. Los puedes modelar y ralentizar. Hay muchas actividades que puedes realizar con tu perro, siempre que le gusten y estén bien planteadas según su capacidad física y cognitiva de momento.
- La movilidad puede no ser tanto problema, más allá de la reducción en las distancias del paseo y, quizá en su duración.
- Cuando haga frío puede que tu perro empiece a pasar frío. Un abrigo no es una prenda banal.
- Cuando haga buen tiempo, podéis estar el mismo tiempo en la calle, pero lógicamente vuestra actividad se verá reducida, con momentos de descanso que podréis aprovechar ambos para tomar el sol. Que no nos falte a nadie la vitamina D. En el parque, tú podrías estar leyendo tranquilamente un libro mientras tu perro descansa o explora de manera segura las inmediaciones, conectado contigo mediante una correa larga, por si se despista. Y si tu perro sigue siendo inquieto, puedes también sentarte con él en el parque y observarle en lo que hace, lo que olfatea, cómo camina, cómo se relaciona, o bien cepillarle lenta y tranquilamente. Un buen cepillado puede ayudarle a relajarse.
- Estimulación
- Si os ha gustado siempre ir al campo no dejéis de hacerlo. Ciertamente los paseos no serán igual, pero el simple hecho de caminar por entornos fáciles y disfrutar de sus olores, va a hacer que pase un rato la mar de contento y feliz.
- Y hablando de olores, si aún no sabes cómo hacer juegos de olfato con tu perro, nunca es tarde para aprender. Y si ya lo practicabais, seguid haciéndolo. El olfato es lo último que se pierde. Tu perro ya no será un crack encontrando cosas o comida, pero seguro que le sigue encantando buscarlas. Recuerda, pon la dificultad a su medida.
- Un buen momento de relajación tipo siesta o sesión de caricias y masajito muy superficial, puede venirle de maravilla. Todos deberíamos también aprender a aplicar un masaje relajante a nuestro perro, pero ¡Ojo!, ten en cuenta sus zonas dolorosas y evítalas. Si tu perro se va, es que no le está molando mucho lo que le haces. Y si no se va porque no puede, estate atenta a su lenguaje corporal porque, aun así, puede que no esté nada cómodo.
- Ejercicio
- Como te decía, un paseo moderado por el campo ya es un buen ejercicio con bien de estimulación. Siempre a la medida de sus posibilidades, no queremos que vuelva a casa exhausto y dolorido.
- Pero también puedes montarte sesiones de entrenamiento de la propiocepción y equilibrio en casa, o incluso en la calle, aprovechando desniveles y cambios de terreno. Los ejercicios de propiocepción, bien planteados, le servirán para fortalecer un poco su musculatura. Ya se sabe que los mayores van perdiendo masa muscular. Con estos ejercicios le puedes ayudar a compensar un poco esa pérdida y mejorar su bienestar. Plantea un entorno seguro, que no se caiga o realice demasiado esfuerzo para su capacidad actual.
Como ves, hay un montón de actividades que hacer con tu perro en su última etapa de vida. Y ambos podréis disfrutar juntos, recordando ……. Cositas:
- Que ahora se cansa antes.
- Que necesita más horas de sueño. No es cuestión de bombardearle ahora con actividades a saco. Raciona sus fuerzas.
- Que ve menos que antes.
- Que su capacidad de aprendizaje se habrá visto reducida en mayor o menor medida, con lo que, si quieres enseñarle cosas nuevas, puede que le cueste más tiempo aprenderlas. Ten paciencia.
- Que su movilidad no es la misma que antes. Tú tienes que adaptarte a su circunstancia y facilitarle la labor lo más posible.
Siempre hay algo que hacer juntos. No te frustres si no consigue hacer algo que tú quieres que haga, por mucho que lo supiera hacer antes, y disfrutad del camino.